En medio de todos ellos

bobslhe

Bueno, es algo así. A veces me imagino con una chica y un niño corriendo por la casa. Ya saben, una de esas casas. Y el niño tan pequeño que todavía no esté lleno de nada.

Y luego me pregunto quién voy a ser entonces y si pesaré lo mismo y si tendré una cara parecida a la que ahora tengo. Y me pregunto si la chica será la chica con quien estoy ahora o si tengo que ocultarle que no será ella. Pienso en cosas como esas.

Y también pienso en qué apariencia tendré haciendo el amor entonces y en qué apariencia tendré subiendo unas escaleras, por ejemplo. Y me pregunto cuántas ciudades tendré que abandonar antes y cuántos fracasos voy a tener que tragarme.

¿Y dónde estará este de ahora y dónde estará el de después y dónde estaré yo en medio de todos ellos? ¿Cuánto voy a durar tal y como soy ahora?

Pero después de pensarlo siempre vuelvo a este tiempo. Al tiempo donde estamos acostados. Y ella está sobre mi brazo y lleva tanto tiempo sobre él que ya no lo siento para nada. Está tan dormido que podrían cortármelo ahora mismo. Pero no me muevo porque se está muy a gusto con el brazo debajo de su cuerpo.

Y sigo estando muy a gusto incluso cuando se voltea y noto su respiración en mi cara. Rítmica. Interminable. Interminable significa que no puedo pensar en que un día todo esto se acabe.

Clichés de una lectora y un escritor malos

fot_bukc05

Si un día te lo preguntan, cariño, si un día insisten en saberlo, di que lees todas las noches para poder olvidarte de todas tus mañanas. Y di que leer no te ofrece consuelo pero sí algún tipo de alivio idiota. Di que cuando lees la vida te parece una infección que avanza borrando tus pasos.

Y luego di que a veces leyendo te sientes como un enfermo en fase terminal a punto de ser rescatado pero que pierde la memoria del dolor y decide rendirse con una sonrisa en los labios. Di que leer es una forma de crear espejismos despiadados sabiendo que los estás creando.

También di que si lees puedes asesinar a niños y a todos los ancianos. Después di que leer te da un poder misterioso capaz de acabar con toda la monstruosidad real y disfrazada. Di que leer es lo más estúpido que uno puede hacer porque al final no vale de nada.

Y una vez que hayas dicho todo eso, píntate esa raya perfecta sobre tus ojos perfectos en tu cuerpo perfecto y ven a verme, abre mi puerta a patadas y apúntame con una pistola calibre .22 a la cara.

Entonces serás la chica cliché que siempre he soñado y yo te estaré esperando con unas ojeras ligeras, la sonrisa caída, fumando, con una botella de cerveza en la mano y sentado frente a una vieja máquina de escribir que compré por Internet para pretender que puedo escribir sin volver al pasado.

Y yo estaré escribiendo puños contra la nada y cuando alguien me pregunte por qué lo hago, cuando alguien insista en saberlo, diré que escribo para apagar la sensación de que todo se repite mientras vamos cayendo. Todas tus fiestas de cumpleaños. Todos los escenarios. Todas las personas que te tocan el hombro para decirte que estás haciendo bien las cosas y lo ejemplar de tu vida cuando ni siquiera has cumplido treinta años. Todo ese teatro. Y al final diré que lo hago porque escribir es haber fracasado y los fracasos son los únicos que durante la caída parecen siempre vitales y renovados.